¿Qué os parece si dejamos a los niños expresarse y moverse libremente?
¿A nosotros como personas adultas nos gustaría que estuvieran dirigiéndonos en todo momento?
Necesitamos sentirnos libres para poder expresarnos, movernos, crear, imaginar…. y ¿qué nos hace pensar que nuestras criaturas no tengan esa misma necesidad?
Desde edades muy tempranas las criaturas tienen la necesidad de movimiento; nosotros en la guardería y vosotros en casa debemos facilitar espacios que sean acogedores, seguros… para que las criaturas, libremente, puedan descubrir, experimentar con sus posibilidades corporales y emocionales y de esta forma conocer el mundo que les rodea.
Cuando hablamos de psicomotricidad nos referimos a la relación entre el cuerpo y la mente a través del movimiento Lapierre y Aucouturrier son los especialistas que la desarrollaron y son sus enseñanzas lo que ahora seguimos la mayoría de docente del 0-3. movimiento, las relaciones con los demás, las emociones, la iniciativa…y cómo, poco a poco, los niños y niñas se van conociendo a sí mismo.
Ese descubrimiento personal (motriz, social, cognitivo, emocional) necesita libertad de movimiento, una libertad que respete sus necesidades, curiosidades, capacidades… en definitiva sus ritmos.
Por otra parte, como bien explica Emmi Pikler «las criaturas que aprenden los nuevos movimientos por sí misma tienen un mejor equilibrio, una mayor coordinación, mayor seguridad y de ahí que sean menos propensas a tener algún accidente»
Los niños y niñas logran más profundamente el proceso de aprendizaje y tienen una mayor seguridad, porque han vivido cada acción desde una intención interior. Los estudios de Emmi Pikler concluyen que los aprendizajes y la ayuda del adulto no son condiciones necesarias para el desarrollo motor de la criatura y que, además, pueden perjudicarla al exponerla ante situaciones para las que todavía no está madura”.
Por eso, no consideramos conveniente avanzar procesos como andar o sentarse en una silla cuando el cuerpo no está preparado a nivel madurativo.
Por un Ninos, la libertad de movimiento es imprescindible para la conquista del cuerpo y del espacio de una manera autónoma; por eso lo hacemos posible día a día en nuestras escuelas.
No sólo nos referimos a las sesiones de psicomotricidad, sino también en la música, la danza, el arte, a la hora de descansar… Cada instante que vivimos en la escuela nos adentra en poder disfrutar del movimiento.
El movimiento es vida y la vida tiene movimiento!!!!!
Para favorecer esa libertad de movimiento en casa, sólo necesitará:
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- Una superficie mojada como un edredón, unas esteras de yoga, un colchón…
- Unas telas: grandes y pequeñas, transparentes y grandes.
- Tubos de cartón de diferentes tamaños (de papel higiénico, filme…)
- Unas cajas de cartón vacías para ponerse dentro o más pequeñas cerradas para apilar.
- Hilo de trapillo y 2 sillas para hacer una entramado por donde encontrar la manera de pasar.
- Una música suave.
- Robano cómoda
- Una sonrisa y mucho cariño.
Recuerde que la casa debe estar adecuada para todas las personas que viven en ella y que las criaturas más pequeñas tienen unas necesidades diferentes al resto de la familia; es por eso que, es necesario crear espacios de juego activo y espacios más íntimos de descanso. Espacios acogedores, mimados, seguros donde poder desarrollarse sin miedo y con libertad
Sólo queda recordar aquel niño y aquella niña que seguro vive todavía en un rinconcito de su corazón para disfrutar del juego y de la infancia.
Sara Llorca Bertomeu